Este PFC se plantea como una investigación sobre las tipologías de edificios en altura. En este sentido, el primer paso fue poner en crisis el generalizado carácter hermético de este tipo de construcciones, así como la tipología habitual (núcleo estructural + espacio circundante), que limita las posibilidades de adecuar los espacios en función del uso al que estén destinados.
El proyecto se sitúa a las afueras de Granada, en el punto límite entre la ciudad y la Vega. Continuamente se habla sobre las consecuencias del progresivo proceso de urbanización del territorio de la Vega que ha tenido lugar en las últimas décadas. Por contra, este proyecto plantea la recuperación de los espacios de la ciudad que un día pertenecieron a la Vega.
La propuesta nace con la intención de potenciar los elementos de la Vega que aún perduran. En este sentido, se mantiene la estructura original de la manzana en dos plataformas a diferente cota, generadas por el muro que atraviesa la parcela en paralelo al cauce de la antigua acequia. Para establecer una relación entre ambos niveles, la plataforma superior se transforma en un manto perforado por numerosos patios que dan acceso a la plataforma inferior, en la que se sitúan los aparcamientos.
El edificio se eleva sobre el nivel del terreno, permitiendo que el espacio público se desarrolle sin interrupciones, como prolongación de los terrenos de la Vega. Además, se plantea un edificio en altura como si de una superposición de "parcelas de Vega" se tratase. Sobre cada una de las plataformas se disponen módulos que albergan el programa de necesidades, entre los que aparecen "calles" y "plazas", dando lugar a una serie de espacios públicos que favorecen la relación entre las personas.Estos espacios públicos quedan enlazados mediante una red de escaleras mecánicas que establecen un recorrido continuo desde la Vega hasta la parte superior del edificio, donde se puede disfrutar de la vista de este entorno tan característico de Granada.
Por todo esto, los elementos estructurales verticales "desaparecen", reservando toda la importancia a las plataformas horizontales ("parcelas de Vega").
El proyecto se estructura en tres franjas diferenciadas en función del programa planteado: la primera, formada por tres niveles que acogen equipamientos a nivel del barrio (cafetería, biblioteca...); la segunda, destinada a viviendas; y, por último, la tercera, que agrupa los diferentes tipos de oficinas.
Entre estos niveles aparecen dos plazas, una orientada hacia el este, para uso y disfrute de las oficinas con horario de mañana, y otra con orientación sur, a la que se asoman las plataformas de viviendas.
Según diversos factores, entre los que cabe destacar el tipo de trabajo a desarrollar y las necesidades de los propios trabajadores, se establece una clasificación de las oficinas según tres modelos:
1 - Academias, en las que se fomenta una íntima relación entre trabajadores, permitiendo un mayor intercambio de ideas.
2 - Colmenas, que buscan un equilibrio entre el carácter laboral y el privado, con espacios más reducidos e íntimos.
3 - Ágoras, que definen el espacio público de trabajo.
Puesto que cada una de las plataformas que configuran la torre se conciben como "parcelas de Vega" sobre las que aparecen ligeras construcciones en las que se desarrolla el programa de necesidades, resulta inevitable pensar en los secaderos de tabaco existentes en la Vega granadina, y más concretamente en las maderas que se utilizan en sus fachadas. De ahí que se tomen como modelo a la hora de proyectar el cerramiento de los nuevos módulos.
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